Para Melissa
Te
anhelo, así lo
escribo, así lo declaro
con la mirada al
firmamento, con mi
verbo al viento,
nada
puede ser mentira, nada puede ser
un sueño.
Te
ansío, desde el alma hasta tu cuerpo;
compréndeme mujer
ya
nada pueden detener a estos sentimientos
entrenados
para la guerra, por tu amor y
tu inocencia.
Las
horas me vierten como brizna entre las
manos
inspirado
en tu esbeltez que hoy me tiene idolatrado;
por mi boca el espíritu habla,
eres tú mi poesía y en lo nocturno nada se
esconde.
Te recito, bajo esta osadía,
sin miedo a morir en el fuego o en tus brazos,
¡Compréndeme mujer, mi amor no es de esos…
mi amor, es de un loco enamorado!
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